Cómo evitar que se te vaya la luz porque salta el diferencial
Existen muchas formas diferentes de llamar a este fenómeno: se ha ido la luz, se ha bajado el diferencial, han saltado los plomos… sea como sea, cuando esto ocurre nos quedamos a oscuras. En los viejos tiempos, cuando esto sucedía bastaba con acercarnos al cuadro de la luz y comprobar si el interruptor automático había saltado. En ese caso, con volver a levantarlo la luz regresaba a nuestra casa. Pero actualmente es diferente.
Actualmente muchas personas continúan refiriéndose a este suceso con la expresión “han saltado los plomos”. Hace años, en las casas existían unas barritas de cerámica y plomo que se fundían y había que sustituirlas. Más tarde, se instalaron los fusibles, los cuales había que cambiar cuando se fundían. Posteriormente llegó el cuadro de luz con diferentes palancas, las cuales tan solo había que volver a subir cuando nos quedábamos sin luz. Pero actualmente los contadores, generalmente, son inteligentes.
¿Por qué se va la luz?
La causa más común de que se vaya la luz en casa es una demanda de energía superior a la que tenemos contratada. Cuando activamos demasiados electrodomésticos a la vez demandamos una gran cantidad de energía y, dependiendo de la potencia contratada, esto puede hacer que se produzca una interrupción del suministro de energía.
En otros casos, cuando la instalación eléctrica es defectuosa o enchufamos algún aparato en mal estado puede ocurrir que se vaya la luz. En estos casos debemos cerciorarnos de qué ha sido el causante y solucionarlo cuanto antes para que esto no vuelva a ocurrir.
¿Cómo evitar que salte el diferencial?
En primer lugar, debemos conocer la potencia eléctrica que tenemos contratada. En muchos casos, la potencia eléctrica contratada es alta y tenemos mucho margen antes de que la luz salte. Por ello, algunas personas deciden ajustar esta potencia a las necesidades reales de su hogar y así ahorrar en la factura de la luz. Pero antes de dar este paso debemos asegurarnos de cuáles son esas necesidades para evitar que se vaya la luz continuamente.
Además, conociendo cuál es la potencia eléctrica contratada y cuál es el margen con el que jugamos, podremos planificar mejor nuestras tareas del hogar para evitar quedarnos a oscuras mientras pasamos el aspirador o cocinamos algo en el horno. De esta forma, podremos disfrutar del uso de diversos electrodomésticos de forma escalonada si nuestra potencia no es muy alta o de forma simultánea si la potencia lo permite.
Asimismo, debemos comprobar el estado de nuestros electrodomésticos para evitar que produzcan una subida de tensión. Si descubrimos que el uso de un electrodoméstico puede causar una subida de tensión, debemos desconectarlo y llamar al servicio técnico para que arregle cuanto antes este error y podamos disfrutar de un uso normal de nuestros aparatos eléctricos.
¿Qué hacer si el contador es inteligente?
Si tenemos instalado un contador inteligente y se va la luz de la vivienda, tan solo debemos seguir estos cuatro sencillos pasos:
- Comprobar que en el cuadro eléctrico los interruptores están levantados.
- Desconecta algún electrodoméstico y baja el interruptor general.
- Espera 20 segundos.
- Vuelve a subir el interruptor general y comprueba que no vuelve a saltar.
¿Cuál es la mejor solución?
El racionalizador de energía Haverland GP6 GPL se presenta como una de las mejores soluciones a este problema. Su sistema permite controlar la cantidad de energía eléctrica consumida en la vivienda para que nunca supere la potencia contratada. De esta forma, no existirá la necesidad de contratar una potencia mayor, por lo que el ahorro en la factura eléctrica será evidente. Además, su instalación es muy sencilla, por lo que no será necesario realizar obras en la vivienda.
Estos aparatos suelen colocarse en circuitos de uso no prioritario, como los de la calefacción eléctrica. De esta forma, cuando se enciendan electrodomésticos que demanden una gran potencia eléctrica, el racionalizador de energía interrumpirá la alimentación al circuito en el que esté colocado para asegurar que el consumo de energía no supere la potencia contratada.