¿Cómo funciona el termostato de la calefacción?

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Seguro que más de una vez te has preguntado cómo puedes reducir tu consumo eléctrico, sobre todo en invierno, que es cuando más necesitamos de la luz para sentirnos a gusto en casa. Una opción fundamental de ahorro en tus facturas durante estos meses fríos es la optimización del uso de nuestra calefacción mediante termostatos inteligentes, gracias a los cuales puedes ahorrar entre un 20-40% del consumo en calefacción. Estos sistemas te permiten la gestión de su configuración a distancia e incluso son capaces de adaptarse a tu rutina para maximizar ahorro y confort.

¿Quieres saber cómo funciona el termostato de la calefacción? Te explicamos los diferentes tipos de termostato que existen para que escojas el que mejor se adapta a tu rutina.

 

Tipos de termostato de calefacción

  • El termostato clásico se encarga regular la temperatura en tu casa para que se mantenga relativamente constante a los grados que tú elijas. Su funcionamiento es bastante sencillo: consiste en la activación o apagado de la calefacción en función de si se alcanza la temperatura deseada o no. Por tanto, su precisión deja bastante que desear y su funcionalidad es limitada, lo que puede verse reflejado en nuestras facturas y en la comodidad térmica de nuestro hogar.
  • Los termostatos digitales son algo más eficientes y garantizan fielmente la temperatura de la estancia. Su uso es relativamente sencillo, pero no siempre son programables, lo que supone una gran desventaja.
  • Los termostatos inteligentes analizan factores como la temperatura a la que deseas que esté cada estancia de tu casa en cada momento y el tiempo que el sistema de calefacción tarda en alcanzar dicha temperatura. Según el termostato va recopilando esa información, se optimizan los tiempos de encendido y aumento de la temperatura, consumiendo más en menos tiempo o manteniendo un consumo constante y menor durante más tiempo. Además, permiten programar temperaturas por semanas e incluso a diario. Son una de las opciones más eficientes para tu hogar.
  • Otra de las claves para la elección de termostatos es la sencillez de su manejo, ya que en muchos casos los usuarios no programan sus aparatos porque les parece muy complicado. Para paliar este problema, existen emisores autoprogramables que se adaptan a tu día a día e incluso te permiten conocer y controlar el consumo eléctrico de tu calefacción de forma remota en cada momento desde apps móviles.
  • Novedosas tecnologías como los sensores de presencia, conectados a la programación automática de tus aparatos, te libran de preocupaciones y te ayudan a reducir gastos basando el consumo y la regulación de temperatura de tu casa en tu rutina diaria.

 

Cómo usar el termostato: consejos y trucos para ahorrar:

  • En verano

Conviene mantener la temperatura de casa a no menos de 24ºC. Cada grado que se aumenta el termostato supone un ahorro del 7% según el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético, por lo que es preferible disminuir la sensación de calor manteniendo el aire en movimiento mediante ventiladores o similares, ya que esto produce una sensación de descenso de la temperatura de entre 3 y 5ºC, con un consumo de electricidad significativamente inferior.

  • En primavera y otoño

Se recomienda hacer un uso racional de la calefacción, ya que son épocas en las que se producen cambios térmicos en periodos cortos de tiempo. Especialmente la primavera es una época fantástica para aprovechar el sol para calentar nuestro hogar: dejando que entre luz por las ventanas y abriendo las persianas contribuimos a que el interior se caldee de forma natural.

  • En invierno

El uso habitual es el mantenimiento de una temperatura en torno a los 21ºC durante el día, que supone una sensación agradable de calidez sin que esto conlleve un gasto excesivo de energía y sin problemas de sequedad de ambiente. Durante la noche, muchas veces tenemos la sensación de que cuanto mayor sea la temperatura, mayor será nuestro confort a la hora de dormir; sin embargo, la temperatura ideal para el descanso en invierno se encuentra entre los 16ºC y los 18ºC.

 

Calefacción con termostato inteligente: ¿cuál elegir?

En Haverland disponemos de una gran variedad de emisores térmicos inteligentes que pueden ayudarte a regular la temperatura de tu hogar mientras ahorras en tus facturas. A continuación, te mostramos algunas de las opciones que pueden adaptarse a diversos espacios en función de tus necesidades:

 Emisores Wi

Los Emisores Wi son los primeros del mercado que disponen de un módulo wireless incorporado, además de ser el primer emisor térmico inteligente y autoprogramable con detector de presencia que aprende de ti. Sus tres modos: auto-aprendizaje, detector de presencia y modo manual, te permiten adaptar tu emisor a tus necesidades en cada momento. Se puede controlar a través de la App Haverland y, en caso de tener la Smartbox, permite la conexión a Internet mediante router para tener control total de la estancia. Con su sensor de presencia, el aparato cambia su actividad cuando alguien se encuentra en la habitación, funcionando así sólo cuando es necesario permitiéndote un gran ahorro.

 

 

Emisores ePOINT

Los Emisores ePOINT se basan en un sistema de geolocalización para conectarse cuando estás cerca de tu casa, desconectándose a medida que te alejas sin necesidad de programación. Con el GPS de tu Smartphone, indicando el radio de acción que quieres que detecten tus emisores, ahorras hasta un 45% en tu factura eléctrica. Cuentan además con una precisión de +/-0,2ºC gracias a su cronotermostato digital PID y con la función BOOTS, para ayudarte a caldear una estancia en poco tiempo emitiendo calor de forma continua durante 2 horas. Además con su exclusivo indicador de consumo eléctrico via App, podrás controlar en todo momento el nivel de gasto energético de tu calefacción.

 

Otras formas de ahorro de energía

Dos conceptos clave para economizar a la hora de caldear nuestra casa son la inercia térmica y la temperatura de confort. Lo primero es la temperatura mínima de nuestra casa, independientemente de la temperatura exterior, e implica el aislamiento térmico y la localización del edificio al estar relacionado con la cantidad de calor que es capaz de mantener estructuralmente la construcción; y lo segundo es la temperatura necesaria para disfrutar de una sensación agradable en casa.

Conseguiremos mayor ahorro cuanto menor sea la diferencia entre ambas temperaturas: si el confort se recomienda entre 21º y 23º, la temperatura mantenida por inercia debería encontrarse entre 16º y 19º, con lo que el aislamiento térmico de nuestra vivienda es muy importante, teniendo en cuenta también la cantidad de radiación solar que recibe nuestro hogar.

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